Diez preguntas en torno a lo ocurrido el día 12 en la UCR
Ignacio Dobles Oropeza
La institución benemérita de la patria que es la Universidad de Costa Rica ha sido violentada. Estudiantes, sindicalistas y profesoras han sido golpeados y detenidos en un incidente que no tiene precedentes, pese a que no han dejado de presentarse, en el pasado, momentos de tensión social y política que han involucrado, de una u otra forma, a la fuerza pública.
También hay antecedentes de operaciones policiales y judiciales que han sido coordinadas con las autoridades universitarias. En este caso, evidentemente, no fue así. Por decisión de oficiales del OIJ.
La escena podría ser de El Salvador, de los años setenta, de la Honduras de hoy, o de la Argentina de los sesenta y setenta. Numerosos agentes, visiblemente armados y en actitud provocadora y agresiva arremeten contra universitarios y universitarias que rechazaron-enérgica, pero pacíficamente- esta inusitada incursión policial en el campus.
¿El motivo? La persecución de una persona, un guarda de la universidad, acusado de actos de corrupción (suponemos, por lo que se nos dice, que hay pruebas y que había motivos reales para la persecución).
La forma en que se dan los hechos genera algunas interrogantes:
1) Si aceptamos que se trata de un hecho no premeditado, sino forzado por las circunstancias (dado que se dice que el sujeto señalado ingresó a la UCR), ¿ Es que a quien planificó la acción, o tomo la decisión, de ingresar al campus no se le ocurrió que la irrupción de decenas de agentes armados, con actitud agresiva, sin autorización de las autoridades, iba a generar una reacción en la población universitaria? ¿No previeron esta circunstancia? ¿Es que no conocen el país en que trabajan?..................... ....... ¿O sí?
2) ¿Cómo calificaríamos las imágenes que vimos ayer, si ocurrieran en cualquier otra universidad en América Latina? ¿Qué dice nuestro presidente Nobel?
3) ¿Por qué, si hay antecedentes reiterados de coordinación entre el OIJ, la fuerza pública y las autoridades universitarias, se optó ayer por actuar atropelladamente, sin intentar coordinación alguna?
4) Incluso si, aceptándolo de momento para efectos de la discusión, se validan los argumentos que se esgrimen para actuar en el campus, ¿era realmente necesario desplegardecenas de agentes visiblemente armados, en actitud intimidatoria, en el campus universitario, para lograr el propósito de la acción?
5) ¿Por qué tantos recursos, tanto aparato policial, para lidiar con un supuesto soborno de veinte mil pesos? ¿Qué se necesita, entonces, para actuar contra una banda de narcos, un ejército? ¿ el de Uruguay?
6) ¿Por qué la actitud agresiva, violenta de los agentes del OIJ hacia hombres y mujeres, estudiantes y funcionarios universitarios? (basta ver las imágenes de lo sucedido ? ¿Quién los entrenó, para actuar así?
7) ¿Será el objetivo de dicho operativo, inusitado, inesperado e inusual, poner a prueba ( y en duda) el concepto de autonomía universitaria?
8) ¿Cuál será la intencionalidad de convertir el argumento de la autonomía, una verdad fáctica, aceptada a lo largo de la historia en el país, en un asunto de opinión? (“hay gente a favor y hay gente en contra”) el solo encuadrarlo así, como lo están haciendo algunos medios de comunicación, le resta fuerza a la autonomía y deja el margen de sus implicaciones en manos de los “encargados legales", como se nos ha hecho saber en las declaraciones del Director del OIJ y el Fiscal General.
9) ¿Se continuará la línea de criminalización de la protesta social, planteando cargos contra los universitarios detenidos el día 12?
10) Y, por ultimo: ¿se permitirá, sin una reacción ciudadana vigorosa, que se realicen este tipo de atropellos?
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