Una gran multitud se acercó al Times Square de New York para dar la bienvenida al año 2010 entre estrictas medidas de seguridad, en momentos en que Estados Unidos sigue investigando el intento de atentado contra un avión ocurrido en Navidad.
Los turistas y neoyorquinos tuvieron que soportar la nieve y la lluvia para poder asistir a la masiva congregación anual en en el corazón de Manhattan.
El descenso de la bola de cristal multicolor marcó los últimos momentos de 2009, una tradición centenaria, y dio paso a una lluvia de toneladas de confetis.
La fiesta se desarrollaba entre estrictas medidas de seguridad.
Este año, tras el intento de atentado ocurrido en Navidad en un avión comercial que llegaba a Detroit, la ciudad de Nueva York está en estado de alerta.
Miles de policías de uniforme y de paisano estaban desplegados en los alrededores de Times Square, además de cámaras de seguridad, francotiradores y dispositivos de detección de radiaciones y sustancias biológicos.
Estaba prohibido entrar en Times Square con mochilas o alcohol.
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