El secretario general de la Federación Nacional de Servidores Públicos (Fenasep), Alfredo Berrocal, denunció hoy que el gobierno del presidente Ricardo Martinelli ha destituido a más de 17.000 empleados estatales en Panamá, lo que ha generado un serio problema social en Panamá.
En declaraciones a la televisora local Telemetro (Canal 13), Berrocal dijo que lo peor del hecho es que los despidos proseguirán y alcanzarán a más de 30.000 en los próximos meses, sobre la base del "anacronismo" y el "clientelismo político" oficial.
Subrayó que la drástica reducción de las planillas en el Estado atenta contra los derechos laborales adquiridos y tiene un componente inhumano, debido a que un trabajador con 58 ó 60 años de edad destituido sin causa justificada no va a encontrar plazas vacantes en el sector privado.
Berrocal manifestó que, en algunos casos, las autoridades al frente de los ministerios e instituciones autónomas han violado el fuero sindical o de maternidad, e incumplen la ley orgánica 32, que establece los procedimientos laborales en el sector público.
Durante la campaña electoral desarrollada en 2009, representantes de la Alianza por el Cambio, encabezada por Martinelli, prometieron que respetarían la Carrera Administrativa, que garantiza la estabilidad de los servidores públicos calificados.
Sin embargo, Berrocal señaló que el gobierno intenta administrar un "feudo particular", lo que ha generado "momentos difíciles" para la clase trabajadora panameña. Al respecto, exigió el cumplimiento de la ley de escala salarial, frente a los bajos sueldos.
En diciembre, los activistas de la Fenasep marcharon a la Presidencia de la República para exigir el pago de 88 millones de dólares, que el Estado adeuda a los servidores públicos, en concepto de salarios caídos correspondiente a las partidas de décimo tercer mes que no fueron canceladas en 1989, 1990 y 1991.
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